Chávez, el culto al líder

 
 
¿Quién hace la revolución los pueblos o los líderes? ¿todavía no hemos aprendido el significado real que los marxistas le dan a la tan cacareada dictadura del proletariado? Dictadura significa imposición, autoridad para imponerla y una "élite" que dicta qué es revolucionario y qué es antirrevolucionario, si el pueblo venezolano necesita de alguien tan oscuro como Chávez para llevar a cabo la revolución, su complicidad para llevar a cabo sus históricas reclamaciones de pan y justicia para todos, esta revolución tiene los días contados. El final está bastante claro según la historia nos cuenta, con la excusa de la dictadura del proletariado al final siempre ocurre lo mismo, se reemplazan las antiguas fuerzas impositivas por otra casta no menos despreciable formada por militares e intelectuales fieles al régimen, lo último que se tiene en cuenta son las necesidades reales del pueblo, si además ese pueblo cegado por la incultura y la necesidad adora a estos nuevos verdugos, lo único que conseguirá será ponerles el hacha en la mano para cortarles la cabeza a todo aquel que se atreva a cuestionar la nueva religión impuesta por gentuza que te llama compañero al mismo tiempo que vive de ti.
 

No niego que Chávez ha hecho cosas para el bien del pueblo, negar la evidencia es de necios, pero esos logros en todo caso serán fruto de la concienciación del pueblo como clase trabajadora, nunca obra de un iluminado que parece haber inventado la revolución social, perdonen pero dios no creó la Tierra en 7 días, ni Chávez es un extraterrestre que trae la justicia social a nuestro planeta. La veneración al líder es consustancial al comunismo marxista, desgraciadamente las tesis de Marx siempre han sido objeto de burdas manipulaciones para concentrar el poder en los que antes renegaban de los poderosos, estos "comunistas" son como los creyentes religiosos, su doctrina es la correcta, no se admiten disensiones, y además cuentan con su propio dios infalible, llámese Lenin, Stalin o actualmente Chávez, incluso con su anticristo en el caso de Rusia, Trotsky, aunque para todo aquel que se molesta en saber, este es conocido como el verdugo de Kronstadt.
 
Los valientes de Kronstadt que se rebelaron contra el autoritarismo de Lenin y fueron masacrados por las tropas "revolucionarias" al mando de Trostky
 
El pueblo no necesita líderes que les regalen los oídos con las palabras que desean escuchar, lo que necesita es comer todos los días, vivir en libertad y que nadie pueda imponerles como deben vivir, y eso no lo consigue un ser vociferante que grazna estupideces como "lo lograremos con la ayuda de dios" y "patria o muerte". Quien piense que semejante elemento es un ejemplo a seguir debería aprender un poco de historia, ningún militarista, patriota, católico y populista será el que traiga la justicia para todos. Lenin ladraba mucho cuando proclamaba la revolución del pueblo, pero no le tembló la mano a la hora de masacrar a obreros durante la Rebelión de Kronstadt, Trotsky, el "revolucionario ejemplar" fue su brazo ejecutor, callaron la voz de miles de trabajadores por el "revolucionario" método de meterles un tiro en el cráneo o exiliarlos a Siberia para que se murieran lentamente de asco, eran sus camaradas hasta que osaron llevarle la contraria a Lenin, el líder supremo de pensamiento infalible, el que tenía de obrero lo que yo de monaguillo.
 

El continuador de Chávez cual Jesucristo hijo del Dios-Líder, Másduro, no ha sido elegido por el pueblo, que como mínimo debería elegir a quienes se supone que los representa, el dedo de Chávez es más válido que la voz de millones de venezolanos, su criterio es infalible, la revolución está garantizada con el delfín del líder, el pueblo manipulado y llevado a la ignorancia intencionadamente grita "César ha muerto, viva César", a pesar de que asiste a un entierro con chandal, y bastante hortera por cierto. Llevo varios días con náuseas ante tanta veneración, todas las personas somos seres humanos, todos tenemos la misma capacidad de raciocinio, el cerebro humano es la mayor creación conocida del universo, pero todo este potencial queda reducido a la nada en nombre del culto al líder, es más fácil que otros piensen por ti y te digan que está bien y que está mal.
 
Militarista, patriota, cristiano, hipócrita hasta el hastío y populista de baja estofa, lo siento pero no lo compro. ¿Cómo se puede ser comunista rezándole a la Virgen? todos los patriotas son idiotas, quien confía en un puto militar merece lo que después le toque sufrir. Si este es el mejor ejemplo de revolucionario junto a Fidel, que los marxistas tienen enmarcados en su retablo de dioses, mal vamos. Quien basa su futuro delegando su vida en manos de personajes endiosados por la vanidad, adorándolos como dioses en la Tierra, por encima del bien y del mal, asumiendo su doctrina como incuestionable o verdad revelada, es porque desprecia su propia inteligencia, si se valoraran más no se sacarían los ojos para que otros vieran por ellos.
 
La pose de acérrimo enemigo de USA le ha dado buenos réditos electorales, como buen populista siempre grazna lo que el pueblo quiere escuchar, sin embargo su indecencia le permite comprar armamento a los aliados del imperio, como es el caso de nuestro país. Cientos de miles de las añoradas pts han pasado de manos del gobierno "revolucionario" de Chávez a manos de los fabricantes de muerte españoles, los del PP le permiten que ladre sobre ellos mientras se gaste los cuartos en sus empresas, rápidamente se olvidan las tan cacareadas por ambas partes diferencias ideológicas para dar paso al interés personal, todo muy coherente y "revolucionario", el dinero no tiene ideología, y el marxismo autoritario tampoco más que imponer su doctrina, en este caso revelada por dios y su puta madre, y para imponer se necesitan instrumentos de violencia como lo son las armas militares.
 

El gobierno español llevó a cabo en 2005 un acuerdo con el gobierno venezolano que prevé la venta de 10 aviones de transporte medio C-295 fabricados por el EADS-CASA, dos aviones de vigilancia marítima tipo CN-235 Persuader y once navíos, siendo ocho de ellos exclusivos para uso militar: cuatro para vigilancia costera y cuatro para vigilancia oceánica. El valor total de las ventas llega a 1300 millones de euros y es la mayor venta de armamentos realizada por España en toda su historia.
 
Varios políticos y periódicos españoles criticaron la decisión del líder español José Luis Rodríguez Zapatero. El líder del partido de oposición Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, tildó la decisión del gobierno español como "error monstruoso". El periódico Diario de Sevilla dijo en su editorial que es importante asegurar "que el destino de las armas compradas legalmente en el mercado internacional no puedan llegar fraudulentamente a grupos armados, terroristas, paramilitares, etc, que puedan utilizarlas indebidamente." El presidente de Venezuela Hugo Chávez dijo que "las armas no son instrumentos de guerra, son instrumentos de paz". Él aseguró que los navíos serán usados en la patrulla de la zona costera venezolana y contra el tráfico de drogas.
 

Marianico se llevó las manos a la cabeza cuando ZP comenzó a exportar muerte hacia Venezuela, venderle armas al Gorila Rojo (como ladran los de Intereconomía) era algo intolerable, ello podría enemistarnos con el Imperio Angloamericano, esas armas serían utilizadas por terroristas y todas las descalificaciones que pudiera hacer con respecto a esta venta, siempre le parecían pocas. Pues bien, una vez más podemos comprobar de una manera incuestionable cual es la catadura moral de esta sabandija que tenemos como presidente, es un amoral, un indecente, un meapilas ultracatólico y fascista sin principios morales ni humanidad, ahora que él es presidente resulta que ya no es tan descabellado venderle armas a un país como Venezuela, veamos:

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, calificó el pasado 18 de julio de 2012 en el Congreso al presidente venezolano, Hugo Chávez, de “gran amigo de España”, sí, no es coña marinera, aquí podeís leer la noticia: http://www.publico.es/espana/439767/morenes-dice-ahora-que-chavez-es-un-gran-amigo-de-espana.
 
 
No es para menos. Durante el primer semestre de 2012, el primero con Gobierno del PP, Venezuela ha sido el primer cliente de la industria militar española, con 164,03 millones de euros, un 26,48% del total, según el informe remitido al Congreso por la Secretaría de Estado de Comercio. Ya lo fue en 2011 gracias a la venta de ocho patrulleros de Navantia, que negoció José Bono en su etapa de ministro de Defensa, lo que le valió duras críticas por parte del PP.
 

Con respecto al trato dispensado a los anarquistas venezolanos por parte del Chavismo más fanático, nos encontramos con la misma situación que podría darse con un gobierno de derechas y autoritario, por lo visto para estos autoritarios disfrazados de obreros los anarquistas no son clase trabajadora, son enemigos de la tan manoseada Revolución Bolivariana, así opinan los anarquistas venezolanos sobre la política de Chávez, la Comisión de Relaciones Anarquistas (CRA) no ve con muy buenos ojos la deriva totalitarista a la que podría conducir el fanatismo y culto al líder, veamos esta entrevista copiada de la página web A las barricadas: 
 

 
Desde la Comisión de Relaciones Anarquistas (CRA), editores de El Libertario, va nuestra réplica a las habituales requisitorias que suelen endilgarnos desde esa izquierda plegable que, dentro y fuera de Venezuela, se encandila con el espejismo seudo-revolucionario del chavismo. Bastante más deberíamos, podríamos y querríamos decir sobre este tema, pero de momento nos parece que aquí se condensa lo esencial de nuestra perspectiva, que no por expresada antes deja de ser necesario repetir ahora.
 
¿L@s anarquistas venezolan@s son "escuálidos" (mote con el cual el chavismo alude a sus oponentes)?
 
Ante todo, escuálido es una calificación netamente mediática, de carácter despreciativo en su origen y con connotaciones de consigna, que nada dice acerca de aquellos a quienes así se califica. Sería menester definir lo que significa para evaluar a alguien que se etiquete como tal. Pero, si en todo caso con ella se quiere señalar a quienes no admitimos claudicar de nuestra libertad y autonomía para someternos a la imposición autoritaria de una persona, de un partido, de una ideología, lo somos. Y si con eso se quiere decir que aupamos corrientes identificadas con el liberalismo económico, con el desprecio cuasi-racista de las élites hacia las mayorías, con el cuento burlón de la democracia representativa o el retorno a formas de organización socio-políticas superadas por la historia, entonces no lo somos.

¿Acaso discrepar del régimen de Chávez significa apoyar a la oposición socialdemócrata y de derecha?

De hecho, no apoyamos al régimen de Chávez y tampoco a sus contrincantes electorales, por lo que una cosa no significa la otra. Podemos coincidir con algunas acciones de unos y otros, con algunas declaraciones de unos y otros, pero en lo fundamental criticamos la mayoría de los hechos y los discursos de unos y otros. Repudiamos la frustración repetida de las esperanzas de la gente que ha apoyado a Chávez, pero rehusamos convalidar las maniobras politiqueras del grupo de oportunistas que lleva las riendas de la oposición institucional. Y por sobre todo, no podemos, por razones de principio, apoyar a quienes fundamentan la búsqueda de una vida mejor en cualquier tipo de subordinación de las personas a la jerarquía estatal, como lo pretenden ambos bandos en Venezuela.
 
Chávez habla de soberanía popular y participación. ¿Por qué plantear desacuerdos si eso es parte del proyecto anarquista?

Chávez habla de muchas cosas. Pero él mismo ha reiterado que hay que fijarse en lo que hace y no en lo que dice. Lo que hace tiene muy poco que ver con la soberanía popular y es más soberanía de una élite integrada por militares, empresas transnacionales y la flamante “burguesía bolivariana”. Basta ver las recientes maniobras para conceder poderes extraordinarios a la Presidencia, o el modo en que se apabulla a los aliados que han expresado reservas frente a su decisión de constituir un partido oficialista único, para tener una idea de lo que Chávez entiende por participación. En el anarquismo no se admiten liderazgos permanentes y omnipotentes, sino sólo los que sean constantemente refrendados por aquellos a quienes en alguna circunstancia representan y eso es expresión de la soberanía y participación, lo que no se muestra en este proceso ni en ningún otro que se apoye en el poder jerárquico y el Estado.
 
Chávez llama a enfrentar a la oligarquía y al imperialismo. Si bien su proyecto es distinto al libertario, ¿qué tal si se establecen alianzas estratégicas con él y más adelante, derrotados el golpismo oligárquico y la agresión imperialista, tratar de hacer la revolución anarquista?
 
Establecer alianzas estratégicas es una forma de acción política destinada a la toma del poder por un grupo de aliados, mientras que l@s anarquistas buscamos disolver el poder con la participación de tod@s. La derrota de lo que se llama reacción y oligarquía (expresiones con claros propósitos propagandísticos), en caso de que se logre, sólo sirve para consolidar en el poder a los que ganen, quienes necesariamente conformarán una nueva oligarquía porque el poder tiende a concentrarse, como ocurrió en la URSS, China o Cuba. Esto haría realmente más difícil la revolución anarquista y España en 1936 fue un ejemplo. Sin contar que es inexacto identificar al proyecto chavista como en lucha contra el golpismo, cuando su afán originario fue dar un golpe, y constantemente alardea de su identificación con el lenguaje y las prácticas cuarteleras. La lucha contra el gobierno de la minoría (oligarquía) en los regímenes estatales se reduce a reemplazar a unos pocos por otros pocos.
 
En cuanto a la pelea contra el imperialismo, si atendemos a las políticas que se proponen y ejecutan en el petróleo, en la minería, en la agricultura, en la industria, en el plano laboral, etc., parecen perseguir ser escuderos del Imperio, no sus enemigos. (Para más detalles de las asociaciones estratégicas con el capital transnacional y los intereses imperialistas, ver los diversos materiales que se han publicado al respecto en El Libertario.
 
Ahora se anuncia desde el gobierno venezolano una explosión del poder comunal, con la masiva implantación y cesión de potestades a los Consejos Comunales, organizaciones comunitarias y horizontales de participación popular. ¿L@s anarquistas apoyan a estas estructuras de base?

Por lo que empezamos a ver de la instauración y funcionamiento de los Consejos Comunales, todo apunta a que su existencia y capacidad de acción dependerán de su sumisión al aparato gubernamental, lo que está asegurado por una normativa que incluso deja en manos del Presidente la facultad de reconocer como legitimas o no a dichas organizaciones. En eso hay experiencia en Venezuela, donde tantas agrupaciones de base (como los sindicatos sin ir más lejos) siempre se han parecido mucho a los tranvías, que reciben corriente desde arriba. Ejemplo de esta captura por el poder han sido las radios alternativas, transformadas ahora en emisoras de propaganda oficialista. Pudiera ser que en algunos medios de comunicación se estuviera dando una real agrupación de abajo hacia arriba, y lo mismo se viene intentando en comunidades vecinales, en algunas asociaciones obreras, campesinas, indígenas, ecológicas y estudiantiles. Pero nos parece que la subordinación jurídica, institucional y financiera de los Consejos Comunales ante el poder oficial será un severo obstáculo para iniciar desde allí un movimiento de base autónomo. Por supuesto, lo anterior vale igual con los también anunciados Consejos de Trabajadores para las empresas.
 
¿L@s anarquistas se equivocan cuando critican al Ejército? ¿La Fuerza Armada Venezolana - de clara raíz popular y nacionalista - puede sustentar un proyecto revolucionario?
 
Desde que aparecieron los ejércitos modernos en Europa entre los S. XVII y XVIII, los soldados siempre fueron de extracción popular y las tropas de las dictaduras latinoamericanas no han estado constituidas por reclutas de las capas sociales privilegiadas. Pero a pesar del origen social de la mayoría de sus integrantes, la razón de ser del ejército es la defensa de una estructura de poder y a sus detentadores, por lo que no puede nunca sustentar una revolución a favor de los oprimidos. A lo más, podrá cambiar a un personaje por otro y algunas reglas de la estructura de poder, pero no eliminarla porque el mando y la obediencia es su esencia. Por eso no apoyamos a ningún ejército, ni policía, ni privilegiados que en su provecho puedan usar la fuerza y las armas contra otra gente. El nacionalismo no es una vertiente que el anarquismo apoye, porque implica circunscribirse a los intereses de ciertas personas, encerradas artificialmente por un Estado en cierto territorio-nación, a quienes se considera diferentes y hasta superiores a las demás. Somos enemigos de todo tipo de privilegios por nacimiento, raza, cultura, religión o lugar de origen.
 
Según Chávez, su proyecto es hacer una revolución pacífica y democrática. ¿Por qué l@s anarquistas no esperan a que se profundice la revolución antes de criticar al proceso?
 
Chávez habla de una revolución, pero su palabra no basta para creer que la hace y que deba ser respaldado. Demasiados tiranos y demagogos en este continente han dicho lo mismo, sin que hubiese la posibilidad razonable de apoyarlos. En nuestro caso ha habido una revolución en tanto que nuestro modo de vida ha sido desarticulado en muchos sentidos, pero lo que vemos de construcción no nos inclina a secundarlo. Permitir su consolidación es hacer las cosas más difíciles de cambiar, porque los cambios que l@s anarquistas pretendemos van en dirección muy diferente a la que está tomando este "proceso", que se muestra burocráticamente ineficiente, estructuralmente infectado de corrupción, con orientaciones, personajes y actitudes que no podemos avalar y evidentes señales de autoritarismo.
 
Hay quienes se dicen libertarios y apoyan al proceso de Chávez. Si por ello se les atribuye ser menos ácratas, ¿se trataría entonces de una acusación contraria al espíritu antidogmático del anarquismo?

El anarquismo no es un estado anímico, es una manera de enfrentar las cambiantes circunstancias sociales buscando el bienestar de cada uno en el seno del bienestar de todos, con propuestas que surgen de personas concretas y se discuten, adoptan o rechazan por los demás en determinadas circunstancias espacio-temporales. Cualquiera puede autonombrarse ácrata, porque no tenemos un carnet ni un bautismo que nos identifique. Sólo la mutua interacción nos ubica y son l@s demás anarquistas quienes nos determinan como perteneciendo o no al movimiento, dependiendo de nuestras conductas y de nuestras ideas. Pero, como no somos perfectos, podemos adoptar conductas o defender ideas que el colectivo no apruebe. Eso no hace a nadie más o menos, nos hace diferentes, aunque a veces la diferencia es tal que se hace insoportable para los demás y dejan de reconocernos como suyos.

L@s anarquistas sólo critican sin aportar nada. ¿Cuál es su propuesta para transformar positivamente la actual realidad venezolana?
 
Nuestra lucha no es coyuntural ni de circunstancias, es por una nueva modalidad que hemos de adoptar para la vida colectiva e individual y que consiste en que nuestra existencia esté en nuestras propias manos, sincera y honestamente, educándonos en el estudio y en la relación con los otros, sabiendo que nuestra libertad se extiende con la libertad del vecino, respetando la igualdad ya que las diferencias no crean superioridad, teniendo siempre presente que nuestra vida es posible gracias a los otros, cuyos intereses debemos atender prioritariamente para así poder alcanzar los propios, a los que no debemos renunciar porque aspiramos a disfrutar de una existencia plena. Cada uno vive su vida y es responsable por ella ante sí mismo y ante los demás, pero nadie puede asumir nuestra "redención". Por lo tanto, no tenemos una "receta" hecha para esta - o cualquier otra – realidad social, pues las propuestas y acciones para transformarla deben ser resultado de un esfuerzo colectivo consciente, para el que ya estamos procurando aportar nuestra participación entusiasta.
 
Pues según parece, no todo el pueblo venezolano adora a Chávez, porque si los anarquistas no son pueblo ¿quiénes lo son entonces? Se niegan a venerar a nadie y mucho menos a alguien tan sospechoso de autoritario, populista e inculto como Chávez, ellos saben bien hasta donde están dispuestos a llegar estos seudomarxistas católicos con tal de imponer su doctrina y perpetuar sus privilegios, el partido único engullirá toda discrepancia política, la palabra del lider sera ley, los nuevos gerifaltes ocuparán los sillones de los antiguos señores y el pueblo continuará pasando hambre y sin posibilidad de expresarse y ser dueño de su vida.
 
 
Libro en Pdf: Venezuela, la revolución como un espectáculo.



 

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