Amadeo Martínez Inglés, un militar de armas tomar

 
 
Puede parecer extraño que en un blog como este, con una orientación política anarquista, -aunque no dogmática- aparezca nada menos que un Coronel del ejército español varias veces condecorado, pero más extraño aún es el atípico comportamiento de este militar, puesto que ha sido la única persona en este país que se ha atrevido a levantarle la voz al rey-dictador Juan Carlos I "El Crápula". Una vez leído el libro "Juan Carlos I, el último Borbón" que comparto con vosotros en este post, no me queda la menor duda de la honestidad y dignas motivaciones por las que Martínez Inglés decidió arriesgar su carrera militar y una plácida jubilación en aras de la verdad. A pesar de que para mí los militares representan lo peor del ser humano (puesto que dedican su vida a exterminar a los de su propia especie de la manera más eficaz posible), siempre hay excepciones a la regla, y creo no equivocarme al afirmar que Martínez Inglés no busca más que la justicia y la verdad, sin otros motivos espúreos, como los militares falangistas que nunca vieron con buenos ojos a Juanito el tonto, como le llamaban cuando era un chaval, puesto que este libro deja bien clara su posición democrática y republicana. 

Amadeo Martínez Inglés nació en Zaragoza en 1936. En 1953 ingresó en la Academia General Militar de esa ciudad y en 1958, ya con el grado de teniente, participó en la Guerra de Ifni mandando la Sección de Asalto del Batallón Tetuán n.º 14 de Castellón. Por su actuación en esta contienda bélica, a lo largo de la cual efectuó arriesgadas operaciones de comando tras las líneas enemigas, fue propuesto por el coronel de su regimiento para la concesión de la Medalla al Mérito Militar. Se diplomó en Estado Mayor en 1969 y pasó varios años destinado en las unidades más operativas del Ejército español: Paracaidistas y Tropas Nómadas del Sahara.

Durante la transición ocupó puestos importantes en la cúpula militar: jefe de Movilización del Estado Mayor del Ejército y jefe de Estado Mayor de la Brigada de Infantería de Zaragoza, realizando cursos en varios países y siendo, asimismo, profesor de Historia Militar y Estrategia en la Escuela de Estado Mayor. En 1987 alcanzó el grado de coronel. Es también Diplomado de Estado Mayor por la Escuela de Guerra argentina y especialista en Estados Mayores Conjuntos (Tierra, Mar y Aire), carros de combate, paracaidismo militar, unidades motorizadas, operaciones aerotácticas y fotointerpretación aérea. Está en posesión de numerosas condecoraciones militares, entre ellas tres cruces del mérito militar de 1º clase y la Cruz y la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.


Es autor de varios libros de gran difusión dedicados a la profesionalización y modernización del Ejército español y a la transición democrática: España indefensa (1989), Mi lucha por un Ejército profesional (1992), La transición vigilada (1994). El primero de ellos, en el que presentaba un exhaustivo análisis sobre el penoso estado en el que se encontraban las Fuerzas Armadas y la conveniencia de una urgente profesionalización total de las mismas, causó un gran impacto a nivel nacional e internacional, y propició un encendido debate en la sociedad española y en los medios de comunicación sobre la clase de Ejército que necesitaba este país.

Precisamente por defender públicamente esa idea de unos Ejércitos enteramente profesionales, y a punto de ascender a general de Brigada, fue arrestado en septiembre de 1989 por las autoridades militares provenientes del franquismo más radical. Posteriormente sería encarcelado durante cinco meses en la prisión militar de Alcalá de Henares en régimen de incomunicación absoluta y, finalmente, en abril de 1990, tras la instrucción de un amañado expediente disciplinario en el que sus exhaustivos estudios profesionales y su derecho a la más elemental libertad de expresión serían considerados gravísimas faltas de disciplina, quedó apartado del servicio activo.

Otro libro suyo de investigación: 23-F. El golpe que nunca existió (2001), tuvo un importante éxito al sacar a la luz pública todos los secretos entresijos institucionales de tan chapucero evento político-militar. Tres años más tarde publicó un extenso trabajo de historia militar: El Ejército español. De poder fáctico a ONG humanitaria, en el que analiza todo el devenir de las Fuerzas Armadas españolas durante los últimos 25 años. También es autor de Juan Carlos I, el último Borbón y de El rey que no amaba a los elefantes.

   Artículo del periódico El Mundo (martes 12/03/2013)

El coronel retirado Amadeo Martínez Inglés ha sido juzgado en ausencia por el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional porque no reconoce al tribunal por un delito de injurias a la Corona que habría cometido, según la Fiscalía, tras haber escrito un artículo calificando de "despreciable" a la Familia Real. Durante el juicio oral celebrado esta mañana que ha quedado visto para sentencia, la fiscal Carmen Monfort ha sostenido que la publicación de Martínez Inglés, que apareció el 12 de diciembre de 2011 en el periódico digital 'Canarias semanal', pone de manifiesto que "concurren todos los requisitos" para condenar al acusado a una pena de un año y tres meses de cárcel porque en el escrito, a su juicio, hay "ánimo" de menospreciar y menoscabar la dignidad y la fama del Rey.

El artículo, que llevaba por título '¿Por qué te callas ahora?', criticaba la actuación del Rey ante las actividades que se le imputan a su yerno, el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, en el marco del 'caso Nóos', así como que el jefe del Estado hubiera acudido a un gran premio de Fórmula 1 utilizando un avión militar. Para la Fiscalía, las críticas hacia estos hechos no tienen "reproche penal".

Pero en el texto Martínez Inglés también acusaba al Rey de creer "provenir del testículo derecho del emperador Carlomagno" cuando en realidad lo hace "de la pérfida bocamanga del genocida Franco" y aseguraba que Don Juan Carlos es el "último representante en España de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes que a lo largo de los siglos han conformado la foránea estirpe real borbónica" y le reprochaba su silencio ante las actividades del duque de Palma.

   A todo cerdo le llega su san Martín

"Háblanos de todas las irregularidades y presuntos delitos cometidos por tu regia persona", pedía el coronel en el articulo que advertía al Rey de que "a todo cerdo le llega su san Martín". "A ti, y a toda tu familia y parentela más o menos cercana de enchufados, vagos y maleantes de toda laya, parece ser que está a punto de llegaros", agregaba. Ante este tipo de afirmaciones, el Ministerio Público ha considerado "evidente" el ánimo de injuriar al Rey. Monfort ha añadido que "no puede escribir nadie como quiera" ni mucho menos "insultar" a través de los medios de comunicación, frente al hecho de que Martínez Inglés se ampara en el derecho a la libertad de expresión. "Nunca se ampara el derecho al insulto", ha agregado.

Según el Ministerio Fiscal, el Rey "puede y debe" convivir con ciertas críticas ligadas a su condición de Jefe del Estado. Sin embargo, "lo que no debe soportar" es "epítetos y palabras altamente ofensivas" de alguien que se ampara en el derecho a la libertad de expresión. "No necesitaba insultar", ha opinado la fiscal, para poner de manifiesto que está a favor de la República y en contra de la Monarquía, de lo que se desprende una intención "evidente" de menospreciar al Rey y a la Institución.

   Persona instruida

La Fiscalía ha afirmado que Martínez Inglés tampoco puede ampararse en que el artículo es fruto de un "arrebato" porque, en su opinión, la elaboración del texto requiere su tiempo para meditarlo y prepararlo. En cuanto a los delitos como malversación de caudales públicos o alta traición contra el Estado que, según la Fiscalía, Martínez Inglés atribuía al Rey en su escrito, Monfort ha explicado que el coronel retirado es una "persona instruida, de lo cual incluso alardea", motivo por el cual la Fiscalía considera que "no desconoce la Constitución" que decreta la inviolabilidad del Monarca.

Por su parte, la abogada defensora de Martínez Inglés ha pedido la libre absolución de su cliente al considerar que "no hay razones suficientes" para condenarle por un delito de calumnias e injurias contra la Corona. Así, la letrada ha basado su defensa en que el artículo de Martínez Inglés contiene razonamientos antes publicados en su libro 'Juan Carlos I, el último Borbón' y en otros muchos de autores diversos. "Se basa en fuentes publicadas y de dominio público", ha destacado.

Asimismo, la defensa ha esgrimido que Martínez Inglés utiliza la palabra "presunto" a lo largo de todo el texto, que la actuación ha sido "única y exclusivamente como historiador y periodista" y ha denunciado el "tremendo proteccionismo" que, a su juicio, "existe en España con la Casa del Rey". Para la letrada defensora, el coronel retirado ha actuado dentro del derecho a la libertad de expresión, aunque "si bien no ha usado un lenguaje educado y elegante".


   Personado en el juzgado

Martínez Inglés ha explicado a los medios de comunicación que esperaban a las puertas de la Audiencia Nacional que se ha personado en el juzgado, una vez más vestido de uniforme, porque le habían citado y "por respeto más que nada a la justicia", aunque "no a estos jueces". Así, ha adelantado que si finalmente la sentencia es condenatoria, la recurrirá al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que, a su juicio, "con toda seguridad" le dará la razón. "He llegado aquí. Me he presentado al juez, a la secretaria y quería que entrara ya directamente a la vista, pero me he negado en redondo. Les he dicho que yo no he cometido ningún delito", ha relatado, al tiempo que ha denunciado que "por un mero artículo de cuatro páginas que lo único que hace es refundir" lo que viene "años y años diciendo" le encausan. "¿Por qué? Ellos sabrán", ha destacado.

Así, Martínez Inglés ha insistido en que, "aparte de militar y coronel", es un "escritor que tiene derecho a la libertad de expresión". "Es lo que he hecho al escribir ese artículo famoso de '¿Por qué te callas?'."En ese artículo ni injurio ni calumnio al Rey. El Rey se calumnia e injuria solito. Yo lo único que cuento es las cosas que ha hecho el Rey y las cosas que están en la calle que lo sabe todo el mundo por los medios de comunicación", ha enfatizado. "Que si lo de Urdangarin, que si lo de Corinna, que si lo del 23-F, que si etcétera, etcétera, etcétera. Yo soy el mensajero, el que ha contado las cosas, el historiador, el investigador. Por eso me he negado en redondo. Yo no me siento en ningún banquillo de los acusados. Yo no he cometido ningún delito", ha destacado, al tiempo que ha aseverado que no reconoce al tribunal.


 
   ¿Por qué te callas?*

*Artículo escrito por Amadeo Martínez Iglesias y publicado en Canarias semanal.

Sí, sí, regio suegro del atlético Urdanga; divino monarca enviado por el Espíritu Santo a este bendito país para velar por la democracia, la felicidad, la salud y el bienestar de sus sufridos ciudadanos; rey sin par que crees provenir del testículo derecho del emperador Carlomagno cuando en realidad lo haces de la pérfida bocamanga del genocida Franco; último representante en España de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes que a lo largo de los siglos han conformado la foránea estirpe real borbónica culpable del atraso, la ignorancia, la degradación, la pobreza, el odio y la miseria generalizada de centenares de generaciones de españoles; presunto (estamos en un Estado de derecho aunque no lo parezca) malversador de fondos públicos para pagar francachelas sexuales; corrupto máximo en un país donde, desgraciadamente, la corrupción se mama desde la cuna; impune muñidor de una descomunal fortuna personal que nadie en este país sabe de donde ha salido; vil autogolpista castrense en aquél recordado 23-F que organizaste in extremis para salvaguardar tu detestable corona franquista; fratricida confeso (o presunto asesino) en tu juventud; reo de un delito de alta traición a la nación española al pactar en 1975 con el Departamento de Estado norteamericano, ostentando interinamente la Jefatura del Estado español por enfermedad del dictador Franco, la entrega vergonzante a Marruecos de la totalidad de la antigua provincia española del Sahara Occidental (territorio bajo administración española, según la ONU) en evitación egoísta de una guerra con ese país que hubiera puesto en peligro tu tambaleante corona; corresponsable, en consecuencia, del espantoso genocidio posterior (más de tres mil víctimas) cometido por el rey alauí, Hassan II, para dominar el inmenso territorio abandonado por España… tú que mandas callar a voz en grito a jefes de Estado extranjeros

El último Borbón con su colega Videla

¿Por qué callas ahora? ¿Por qué no hablas, y cuanto antes, a los españoles? Primero ¡faltaría más! de las andanzas presuntamente delictivas (los jueces hablarán próximamente) de tu deportivo yerno, ese caradura integral que se ha valido de su matrimonio (con el, seguramente, también delictivo consenso de su gentil esposa) y de la impunidad casi absoluta de que ha gozado hasta ahora la llamada familia real española, para apropiarse de millones de euros del erario público. Con la gentil colaboración de políticos y altos cargos de las derrochadoras y detestables administraciones públicas de este país (central y autonómicas).

Y en segundo lugar, supremo líder de la ya amortizada monarquía franquista del 18 de julio, y ya va siendo hora, háblanos de todas las irregularidades y presuntos delitos cometidos por tu regia persona, algunos de los cuales acabo de señalar y que este humilde mortal (o plebeyo, como quieras) ha denunciado repetidas veces en los últimos años ante las Cortes Españolas, única institución que puede entender de los mismos en base a la absoluta impunidad constitucional de la que gozas gracias a tu amado generalísimo, el tercer dictador más sanguinario de la historia europea después de Hitler y Stalin. Presuntos delitos de los que más tarde o más temprano tendrás que responder ante el pueblo español y que, no te quepa la menor duda, ocuparán algún día páginas y páginas en la triste historia de este país de la modélica transición y gaitas parecidas.


Porque, amigo monarca, ya conoces los populares dichos: “A todo cerdo le llega su San Martín” y “El tiempo coloca a cada uno en su lugar”. Y a ti, y a toda tu familia y parentela más o menos cercana de enchufados, vagos y maleantes de toda laya, parece ser que está a punto de llegaros esa suculenta y tradicional onomástica de ancestral raíz gastronómica a la vez que el justiciero “devenir temporal de la historia” os arrincona sádicamente contra vuestro propio latrocinio y contra vuestra y escandalosa corrupción; decidido a bajaros a todos a las negras profundidades del infierno político y social.

El largo tiempo del vino (Vega Sicilia, naturalmente) y las rosas de palacios y lujosas residencias veraniegas (más de siete lustros), gastándoos a espuertas el escaso dinero de los amados y tontorrones súbditos, toca a su fin. Y todos, absolutamente todos los componentes de esa tu despreciable familia real, tendréis que comparecer algún día ante la justicia; unos, como el atlético y descerebrado deportista de elite que creyó que le había tocado la bonoloto cuando la infantita de marras le eligió como dulce esposo de su particular cuento de hadas, muy pronto, porque las pruebas son irrefutables y porque, aunque torpe y lenta, la bella diosa ciega celtibérica de la balanza de oro, no podrá esta vez mirar para otro lado y tendrá que castigar como se merece tanto derroche, tanto latrocinio y tanta vagancia familiar e institucional; otros, como las infantitas borbónicas casadas o separadas temporalmente de sus parejas, que se dejan querer cobrando espectaculares sueldos millonarios de grandes empresas españolas y multinacionales y que, con tribunales o sin ellos, pronto tendrán que renunciar a tanta bicoca; y tú, todavía rey franquista de todos los españoles, aún protegido como estás por la larga mano del dictador y por la nefasta herencia constitucional de unos cuantos pelotas de intramuros del régimen (padres de la patria, qué risa) que parieron una Carta Magna a tu medida haciéndote divino e inviolable… no te confíes demasiado que el horno no está para bollos y muy pronto pintarán bastos en las calles y avenidas de muchas ciudades españolas.


¡Deja ya de hacerte el muerto! ¡Deja ya de emplear medios del Estado (aviones militares y demás) para acudir a grandes premios de Fórmula I o torneos internacionales de tenis a la par que eludes con total desvergüenza las escasas y ridículas obligaciones de tu medieval cargo…y habla! Cuéntanos a los españoles si conocías o no las presuntamente delictivas andanzas de tu todavía yerno, el Urdanga ése, y por qué te hiciste el sueco si, como es de cajón, las conocías. Y, también, nos pones al corriente de a cuanto asciende a día de hoy tu amañada fortunita, de como se desarrollaron (sin entrar en detalles morbosos, desde luego) tus pícaras alegrías amatorias con cargo a los fondos reservados del Estado español, de como transcurrió el tortuoso día (23-F del 81) en el que salvaste a todos los españoles… y de todas las demás guarrerías personales y familiares cometidas en tu ya largo reinado. Así los españoles nos iremos enterando de todo ello sin tener que acudir a Internet y los jueces y los diputados electos del Partido Popular del hoy “muy asustado y mudo Rajoy” podrán ir tomando nota. Para cuando haga falta, naturalmente…


Enlace para descargar Pdf´s "La conspiración de Mayo. La historia oculta del 23-F" y "El rey que no amaba los elefantes":

http://coronelmartinezingles.blogspot.com.es/p/descargas-pdf.HTML



Enlace para descargar Pdf  "Un rey golpe a golpe" de Patricia Sverlo:

http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/documunntosrep/un%20rey%20golpe%20a%20golpe.pdf


Enlace para descargar Pdf  "Hasta la coronilla" (primeros capítulos) de Iñaki Errazkin:

http://www.txalaparta.com/upload/productos/P%C3%A1ginas_de_Hasta_la_coronilla.pdf


 

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