Teresa Claramunt. Anarquía

 
 
¿Qué es la anarquía? ¿Es el arte? Es más. ¿Es la ciencia? Es más. ¿Es el trabajo? Más aún. ¿Es el amor? Más, más.
 
La Anarquía es la Vida.
 
Existen eminentes artistas, hombres de ciencia, seres que aman y millares de seres que en labores manuales emplean su esfuerzo, pero en todo ese conjunto de actividades muéstrase la debilidad. Fatal es la aspiración creadora de la vida. El ambiente opresor de esta sociedad metalizada absorbe su potencia.
 
El artista tiene estómago y aquellos que poseen los medios para satisfacer sus necesidades son unos alcornoques, lo cual imposibilita que él pueda elevarse a las regiones hacia las que se encamina el progreso. La inspiración que ha de proteger al monopolio de los ignorantes que poseen dinero no puede embellecer la vida o hacerla dichosa.
 
Hágase también referencia a los hombres de ciencia viéndose obligados a confundirse generalmente con los ruines comerciantes que ponen precio a la ciencia cual si se tratara de pellejos de vino.
 
Y a qué hablar de ese otro ejército humano de los obreros, averigüemos cómo viven, de qué se nutren. Mirad sino su cara. Es la más exacta representación de la muerte, mutilados miembros aterradoramente por la insaciabilidad del parasitismo.
 
El amor, la delicada planta que al surgir a la vida halla la muerte. La Sociedad actual carece de ambiente para ese factor conjunto de felicidades. Los pueblos hoy lo sustituyen por el egoísmo, por un convencionalismo disfrazado en formas mil.
 
El arte, la ciencia, el trabajo y el amor. Sol vivificador niega su calor a los humanos seres porque el vil capital crea espesos nubarrones por entre cuya densidad se revuelven los idiotas, los malvados, los hipócritas, parásitos todos que conspiraron contra la vida.
 
Los que adoráis el arte, los que amáis la ciencia, los que rendís culto al trabajo y al amor continuaréis revolcándoos en el seno de la muerte si no sois viriles, despojándoos de los perjuicios que os envuelven y luchando ante todo por el pleno goce de la vida, la Anarquía.
 
Publicado originalmente en El Productor, Barcelona, 23 de mayo de 1903. Extraído desde «Teresa Claramunt, la virgen roja barcelonesa». Recuperado el 16 de septiembre de 2014 desde viruseditorial.net
 
 

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